CARLOS ILLESCAS
( Guatemala )
Carlos Illescas Hérnandez (Guatemala, 9 de mayo de 1918 - México DF, 22 de junio de 1998) fue un poeta, narrador, ensayista y guionista cinematográfico guatemalteco que residió en México gran parte de su vida.
Estudió la primaria en las escuelas Asilo Santa María, Serapio Cruz, República de Costa Rica y Bartolomé de las Casas; la educación media en la Escuela Nacional de Comercio y el bachillerato en el Instituto Central de Varones. En Guatemala trabajó como escritor y periodista de 1939 a 1944 para Nuestro Diario y El Imparcial. Fundador, con Augusto Monterroso, Guillermo Noriega Morales, Juan Antonio Franco y Otto-Raúl González, de la publicación política El Espectador. Miembro fundador de la Revista de Guatemala, columnista de El Popular.
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Libros de y sobre Poesía
Friso de otoño, Editorial El Unicornio, 1958 (Cuadernos de El Unicornio, s/n)
Ejercicios, Editorial El Gallo de Oro, 1960
Réquiem del obsceno, Editorial El Unicornio, 1963; 2ª ed., Premiá, 1982
Los cuadernos de Marsias, Editorial Trazo, 1973
Manual de simios y otros poemas, 2ª ed., UNAM, 1976; Editorial Cultura, 1995 (Poesía Guatemalteca Siglo XX, Serie Rafael Landívar, 7)
El mar es una llaga, Liberta-Sumaria, 1979 (Continente)
Fragmentos reunidos, ilust. por José Antonio Hernández, El Tucán de Virginia, 1981
Usted es la culpable, Editorial Katún, 1983
Llama de mí, Ediciones Papel de Envolver/Editorial Veracruzana, 1985 (Luna Hiena, 19)
Modesta contribución al arte de la fuga, Secretaría General del Estado de Jalisco/UNAM, 1988 (Textos de Humanidades)
Epístola a don Luis Cardoza y Aragón, Trazo/Instituto Chiapaneco de Cultura/Programa Cultural de las Fronteras-Conaculta, 1990
Planto, Instituto Chiapaneco de Cultura/Programa Cultural de las Fronteras-CNCA, 1991; 2ª ed., Editorial Praxis, 1995 (Dánae)
Un vaso de tiempo por nuestra señora la guitarra, Editorial Praxis, 1995
Tus ángeles, ilust. de Carlos Villegas-Ivich, Ediciones Papeles Privados, 1997
Palabra en tierra, Editorial Praxis, 1997 (Dánae)
Poemas de hospital, Editorial Praxis, 1997 (Dánae)
Fragamento de biografía extraída de: https://es.wikipedia.org/
TEXTO EN ESPAÑOL - TEXTO EM PORTUGUÊS
POESÍA CONTEMPORÁNEA DE AMÉRICA LATINA. Org. Jorge Boccanera; Saúl Ibargoyen. México, DF: Editores Mexicanos Unidos, 1998. 260 p. Inclui poetas brasileiros.
Ex. bibl. Antonio Miranda, doação do livreiro José Jorge Leite de Brito.
SANGRANTE TORO
a Enrique González Rojo
No podría prescindir del mundo.
No podría desunir los cables de la tierra
uncia para siempre (dije siempre) a mi costado.
No podría, parias, renunciar al corazón
llegado por un mapa de pasiones, dissolver
su tiempo de bárbaras tabernas, dilapidar
sus trigos rojos o morir de hambre
mientras devoran mendrugos de mi carne
mujeres abrumadas de lujuria.
Dejadme el mundo cerca del pupitre,
su copa de licor. Sus brazos.
Las raíces que lo nombran, sus tintas
sobre cauces de una reunente melancolía.
Tan cerca a su temblor que trace
forma de ciervos tras un niño bilioso.
Junto al costado. En el alma misma de la piel.
Sus áncoras, palabras. La injuria
de mi tierra resucitaba a las primeras
aguas. No debo prescindir de mí así la lluvia
destruya signos en las piedras, derribe
ramas expuestas al hartazgo del sol.
Sobre la tierra sólo me resta el mundo,
última herencia: las cosas y las sombras
planetas espejeantes en su aljaba.
Yo mismo con la herida en el costado,
sangrante toro expuesto a tan feroz ternura.
¿Mis testigos las hierbas amigas?
Quedamos pocas cosas dentro de la negra haza,
desenterrándonos, enmascarando semillas,
repitiendo hermosos hijos con habituales hosanas.
Yo mismo unido al viaje con sentido
de impune tránsito, creando las novelas del tiempo,
mediante vigília en sombras de su sueño;
reñido, propiciado, transformante brujo
incinerado en las primeras páginas.
No podría prescindir del mundo.
No podría empezar a elevarme sobre el aire,
porque vosotros, parias, viejos
compañeros levitantes quemariais mis sudários,
tierra que heredé del cielo, y entonces
¿quien os restituiria de nuevo a su costado?
¿Quién llama,
acaso ha nacido
aún el mundo?
TEXTO EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
SANGRANTE TOURO
a Enrique González Rojo
Não poderia prescindir do mundo.
No poderia desunir os fios da terra
unção para sempre (eu disse sempre) ao meu espinhaço.
No poderia, párias, renunciar ao coração
atingido por um mapa de paixões, dissolver
seu tempo de bárbaras tavernas, dilapidar
seus trigos rubros ou morrer de fome
enquanto devoram migalhas de minha carne
mulheres sobrecarregadas de luxúria.
Deixai o mundo próximo ao carteira,
seu vaso de licor. Seus braços.
As raízes que o nomeiam, suas tintas
sobre os leitos de uma aglomerante melancolia.
Tão próxima de seu tremor que trace
forma de cervos traz um menino bilioso.
Junto al costado. Na alma mesma da pele.
Suas âncoras, palavras. A injúria
de minha terra ressuscitava as primeiras
águas. No devo prescindir a chuva
destrua signos nas pedras, derrube
ramos expostos à fartura do sol.
Sobre a terra resta o mundo,
última herança: as coisas e as sombras
planetas espelhantes em sua aljava.
Eu mesmo com a ferida nas costas,
sangrante touro exposto a tão feroz ternura.
Minhas testemunhas as ervas amigas?
Deixamos poucas coisas dentro da negra faixa de terra,
desenterrando-nos, emascarando sementes,
repetindo formosos filhos com habituais hosanas.
Eu mesmo unido pela viagem com sentido
de impune trânsito, criando as novelas do tempo,
mediante vigília em sombras de seu sonho;
combatido, propiciado, transformante bruxo
incinerado nas primeiras páginas.
Não poderia prescindir do mundo.
No poderia começar a elevar-me no ar,
porque vos outros, párias, velhos
companheiros levitantes queimarias meus sudários,
terra que herdei do céu, e então
quem os restituiria de novo às suas costas?
Quem chama,
por acaso criou
ainda o mundo?
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Página publicada em fevereiro de 2022
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